Artìculo escrito en 2008
Publicado por Guido Sánchez Santur en 15:11
Científico a carta cabal (*)
Guido Sánchez Santur
De menuda figura,
sencillez natural, perenne sonrisa, mirada profunda y caminar pausado, aunque
intentando apurar el paso para estirar el tiempo que dedica a la ciencia. Así
podría resumirse la figura de Abundio Sagástegui Alva, científico contumacino,
de renombre internacional por su invalorable aporte a la botánica.
Su interés por estudiar la variedad de la flora peruana lo llevó a recorrer
palmo a palmo la costa, sierra y selva, sin importarle el frío y el calor
extremos, granizadas ni lluvias torrenciales. Llegó a los más inhóspitos
rincones de nuestra geografía en busca de aquellas especies que no figuraban en
las listas de la ciencia, cual soldado que implacable cumple las órdenes de su
deber con la humanidad.
En sus más de 50 años ininterrumpidos de investigaciones suman más de 100 las
especies descubiertas y cuatro géneros que constituyen aporte para la botánica;
amén de las 40 que llevan su nombre, gracias a la deferencia de estudiosos
extranjeros en reconocimiento a su trayectoria y dedicación científica.
Mientras que sus colecciones superan las 16 mil unidades.
Entre las especies descubiertas, muchas tienen propiedades medicinales, pero
falta ahondar los estudios para identificar sus beneficios específicos.
Con preocupación comenta que muchas de las especies que descubrió son endémicas
en el país y requieren que su hábitat sea declarado reserva natural en aras de
garantizar su conservación. La mayoría se ubican en la sierra norte del país,
desde Ancash hasta Piura.
Con orgullo rebosante, como quien habla de su hijo preferirido, nos revela que
tiene dos especies nuevas en proceso de reconocimiento, una ubicada en Santiago
de Chuco y otra en Pataz. Sólo le falta confirmar algunas características en el
campo para su posterior publicación.
Este aporte científico lo sintetizó en libros y artículos, entre los que
destaca la serie Arnaldoa, editada en colaboración con el Missouri Botanical
Garden, y en el que reseña las plantas estudiadas.
Su última producción bibliográfica es el Manual de la Flora en Chan Chan con más
de 200 páginas donde inserta 100 fotografías a colores que evidencian las
especies vegetales que crecieron en este hábitat y que la mayoría ha olvidado.
Sagástegui Alva sueña con ver reforestado este complejo arqueológico con
especies nativas, como se proponen los responsables de la Unidad Ejecutora
110 que proyecta habilitar un Parque Forestal en 70 hectáreas. “De
hacerse realidad sería el primero en un área arqueológica del Perú”.
RECONOCIMIENTOS
Este científico
tiene en su haber múltiples reconocimientos. Entre sus galardones destacan su
incorporación, en 2008, a
la Academia Nacional
de Ciencias, que reúne a los principales científicos del país, y que cumple un
papel orientador de la investigación y de apoyo al esfuerzo de sus miembros
para que continúen en su ardua tarea.
“Esto me significa un compromiso mayor porque los académicos tenemos la
necesidad de continuar trabajando para llevar adelante la investigación en el
Perú”, comenta consciente que esta actividad es innata a su existencia.
Además de las diferentes universidades que enaltecieron su trabajo, el
Instituto Internacional de Biodiversidad de Cambrigue (Inglaterra) lo nombró
Científico Líder en 2005. Y este año, el Instituto de Biografías de Estados
Unidos lo propuso para recibir la
Medalla de Oro para el Perú.
Asimismo, la
Sociedad Americana de Taxonomistas Vegetales, a la que
pertenecen 2500 botánicos de 57 países, lo designó como uno de los once
científicos más destacados en el mundo. Desde 1983 es investigador asociado del
Field Museum of Natural History de Chicago (Estados Unidos) y de la Ohio State University
of Columbus (Estados Unidos).
En el 2005 fue incorporado por el International Biographical Center de
Inglaterra entre los científicos líderes del mundo.
Entre otros premios suyos, exhibe las Palmas Magisteriales en el Grado de
Maestro, en 1985, condecoración que le otorgó el Congreso de la República; el Premio
Nacional del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica
(Concytec) (2005). Tambipen es investigador asociado de la Universidad de Chicago
(EE.UU), y recibió diploma y medalla de Honor del Instituto de Biodiversidad de
Inglaterra.
Este año, el presidente de la
República, Alan García Pérez, en Palacio de Gobierno, lo
distinguió con ocasión de celebrarse los cien días de creación del Ministerio
del Ambiente. Y, hace un mes, la Municipalidad Provincial
de Trujillo lo distinguió con la
Medalla de la
Ciudad y diploma honorífico, en el marco de su programa
Cultura del Reconocimiento, al considerarlo “un ejemplo y un paradigma para los
profesionales, pues gracias a sus investigaciones y a su formación humana hizo
un valioso aporte a la ciencia”.
“Esto me ha estimulado siempre para seguir trabajando en la investigación que
no lo dejaré hasta que me pongan en el cajón”, señala, convencido de sus firmes
palabras.
“Sagástegui es sin duda una eminencia internacional en el campo de la botánica
-no sin motivos fue declarado el Científico del Milenio en La Libertad-, y ha llegado
a serlo con gran mérito de su parte, en circunstancias que no han sido fáciles,
sobre la base del esfuerzo personal. En tiempos de crisis, cuando en las
universidades del Perú muy pocos han hecho investigación, él no ha dejado nunca
de investigar y publicar, además de sus clases y otras responsabilidades… Es
ante todo un hombre sencillo, muy alegre y cordial, que valora y cultiva la
amistad y la ofrece con generosidad”, dice el ex rector de la Universidad de Piura
(Udep), Antonio Mabres Torello, al elogiar la trascendencia de quien también es
su amigo personal.
Sagástegui Alva bordea los 75 años y recuerda que desde su época estudiante se
dedicó a la investigación. Con beneplácito dice ser el primero en sistematizar
la flora de la provincia de Trujillo, lo que le valio uno de sus primeros
premios. “Desde pequeño tuve predilección por las plantas, allá en Guzmango
(Contumazá, Cajamarca), donde viví inspirado entre una abundante naturaleza”.
Su gratitud lo embargó y con nostalgia recuerda como sus mentores a Arnaldo
López Miranda y a Nicolás Angulo. El primero fue tan promisor que le consiguió
una beca en Argentina donde trabajó bajo la tutoría de uno de los botánicos más
reconocidos de la época, Angel Lulio Cabrera (italiano nacionalizado
argentino), quien durante seis meses le enseñó a publicar y el idioma latín.
Tanto admiró a este personaje que a sus 26 años le dedicó la primera planta que
descubrió.
Abundio Sagástegui Alva ostenta el grado de doctor en Biología por la UNT. Fue docente,
investigador y jefe del Museo de Botánica de esta misma casa superior de
estudios. Docente y director del Museo de Historia Natural de la Universidad Privada
Antenor Orrego (Upao). Autor de numerosas investigaciones, libros y artículos
científicos.