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lunes, 20 de abril de 2020

22 DE ABRIL: DÍA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA

Cuando la Madre Tierra nos manda un mensaje

La Madre Tierra claramente nos pide que actuemos. La naturaleza sufre. Los incendios en Australia, los mayores registros de calor terrestre y la peor invasión de langostas en Kenia... Ahora nos enfrentamos a COVID -19, una pandemia sanitaria mundial con una fuerte relación con la salud de nuestro ecosistema.
El cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden aumentar el contacto y la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos (enfermedades zoonóticas).
De acuerdo con PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), una nueva enfermedad infecciosa emerge en los humanos cada 4 meses. De estas enfermedades, el 75% provienen de animales.
Esto muestra las estrechas relaciones entre la salud humana, animal y ambiental.
El impacto visible y positivo del virus, ya sea a través de la mejora de la calidad del aire o la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, no es más que temporal, ya que se debe a la trágica desaceleración económica y la angustia humana.
Recordemos más que nunca en este Día Internacional de la Madre Tierra que necesitamos un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta. Promovamos la armonía con la naturaleza y la Tierra.

Un pequeño participa en un taller de plantación organizado por PNUD Perú y la FAO en Ayacucho, Perú. Foto: PNUD Perú.
A young child participates in a plant workshop organized by UNDP Peru and FAO in Ayacucho, Peru. Photo: UNDP Peru.

Origen en una década en la que el medio ambiente saltó al plano internacional

La Asamblea General designó el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra a través de una resolución adoptada en 2009.
Su origen se remonta a 1970, un periodo en donde la protección del medio ambiente no era una prioridad en la agenda política.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano de 1972 celebrada en Estocolmo sentó las bases de la toma de conciencia mundial sobre la relación de interdependencia entre los seres humanos, otros seres vivos y nuestro planeta. Así mismo, se estableció el 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente y se creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la agencia de la ONU encargada de establecer la agenda ambiental a nivel global, promover la implementación coherente de la dimensión ambiental del desarrollo sostenible en el sistema de las Naciones Unidas y actuar como un defensor autorizado del medio ambiente.
En 1992, más de 178 países firmaron la Agenda 21, la Declaración sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y la Declaración de Principios para la Gestión Sostenible de los Bosques en la "Cumbre de la Tierra", celebrada en Río de Janeiro (Brasil).
Desde entonces, todos los esfuerzos por crear conciencia medioambiental crecieron exponencialmente: la Cumbre de la Tierra de Johannesburgo en 2002; la Declaración en 2008 del Año Internacional de la Tierra; la declaración oficial de la ONU del Día Internacional de la Madre Tierra; Río+20 , donde se elaboró un documento que contenía medidas y prácticas para implementar un desarrollo sostenible; o las más recientes, com como la Cumbre del Clima o la COP25, ambas enfocadas al cumplimiento del Acuerdo de París
Así, cada año, en las Naciones Unidas se conmemora a nuestra Madre Tierra a través de la iniciativa "Armonía con la Naturaleza", una plataforma para el desarrollo sostenible global que celebra anualmente un diálogo interactivo con motivo del día internacional. Los temas incluyen métodos para promover un enfoque holístico de la armonía con la naturaleza y un intercambio de experiencias nacionales sobre criterios e indicadores para medir el desarrollo sostenible en armonía con la naturaleza. Este año, la biodiversidad es el tema estrella.
Av. Mariscal Cáceres / Ayacucho.


Mensaje del Secretario General de la ONU

En este Día Internacional de la Madre Tierra, todas las miradas están puestas en la pandemia del COVID-19, el mayor desafío al que se enfrenta el mundo desde la Segunda Guerra Mundial.
Debemos trabajar juntos para salvar vidas, aliviar el sufrimiento y reducir las devastadoras consecuencias económicas y sociales.
El impacto del coronavirus es inmediato y terrible.
Pero hay otra profunda emergencia: la crisis ambiental que se está produciendo en el planeta.
La biodiversidad está en pronunciado declive.
Las perturbaciones del clima se están acercando a un punto de no retorno.
Debemos actuar con decisión para proteger nuestro planeta tanto del coronavirus como de la amenaza existencial de las perturbaciones climáticas.
La crisis actual es una llamada de advertencia sin precedentes.
Necesitamos convertir la recuperación en una verdadera oportunidad de hacer lo correcto para el futuro.
Por lo tanto, propongo seis medidas relacionadas con el clima para orientar la recuperación y la labor futura.
Se debe poner fin a los subsidios a los combustibles fósiles, y quienes contaminan tienen que empezar a pagar la contaminación que general.
  • Primero: el gasto de ingentes cantidades de dinero en la recuperación tras el coronavirus debe ir acompañado de la creación de nuevos trabajos y empresas mediante una transición limpia y ecológica.
  • Segundo: si se utiliza el dinero de los contribuyentes para rescatar empresas, es necesario vincularlo a la consecución de empleos verdes y de un crecimiento sostenible.
  • Tercero: la artillería fiscal debe impulsar el paso de la economía gris a la verde, y aumentar la resiliencia de las sociedades y las personas.
  • Cuarto: los fondos públicos deben utilizarse para invertir en el futuro, no en el pasado, y fluir hacia sectores y proyectos sostenibles que ayuden al medio ambiente y al clima.
  • Quinto: los riesgos y oportunidades climáticos tienen que incorporarse al sistema financiero, así como a todos los aspectos de la formulación de políticas públicas y las infraestructuras.
  • Sexto: necesitamos trabajar juntos como una comunidad internacional.
Estos seis principios constituyen una importante guía para recuperarnos mejor juntos.
Los gases de efecto invernadero, al igual que los virus, no respetan las fronteras nacionales.
En este Día de la Tierra, sumen sus voces a la mía para exigir un futuro sano y resiliente para las personas y para el planeta.
António Guterres




* Fuente:https://www.un.org/en/observances/earth-day 
Asociación Trabajadores UNSCH / Ayacucho


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